Llegaron los tres ansiados puntos en casa.
En un partido chato en el que no sobraron emociones Tigre venció por la mínima a San Lorenzo. Fue uno a cero con gol de Jonathan Ferrari en contra cuando el encuentro recién amanecía. Los resultados de la fecha ayudaron a los de Victoria a tomar algo de aire en la lucha por la permanencia.
Como un golpe de Know out, así recibió el gol temprano el equipo de Boedo y también el partido. Un juego carente de vuelo, como aquel que fue derrota para Tigre frente a All Boys. Es obvio que al hincha del Matador de Victoria le importó poco el desarrollo del espectáculo, porque volvió a ganar en casa (no lo hacia desde la tercera fecha frente a Newell’s) y además consiguió un triunfo luego de tres jornadas.
Un análisis podría tomarse desde el sector en donde Tigre pudo dominar la pelota. En la primera parte los de Arruabarrena conquistaron el medio campo y no le permitieron a su rival llevar peligro, más allá de dos tiros blandos de Salgueiro desde afuera que terminaron en las manos de Daniel Islas. Esteban González y Martín Galmarini, con la ayuda de Román Martínez eran la contención necesaria para que ni Néstor Ortigoza y mucho menos Aureliano Torres pudieran desplazarse por el campo. En la izquierda Leone era casi un lateral más y aunque en más de una ocasión Giancarlo Carmona apareció libre por ese sector, Pablo Cáceres se lo deglutió en la marca.
En la segunda parte ingresó Leandro Romagnoli y con una jugada le alcanzó para generar dudas en la mitad. Tigre dejó de contener para ir poco a poco metiéndose dentro de su área hasta ponerse en clara posición defensiva. A diferencia de lo visto en la Bombonera, el Vasco leyó rápido la situación e ingresaron Martín Gómez (por un flojo Diego Morales) para explotar la contra, y para defender Diego Castaño en lugar de Román Martínez (casi un transeúnte en esta etapa). Los cambios le sentaron bien al Matador de Zona Norte, en los minutos finales pudo haber aumentado de contra; sobre todo con las dos explosivas corridas de Gastón Díaz y Andrés Rodales. Sin embargo el marcador no se movió del golpe inicial.
Para lo que viene (Olimpo en Bahía Blanca) quedará esperar a conocer cual es la lesión por la que Martín Galmarini debió abandonar la cancha, está entre un desgarro o una fuerte contractura. Parece ser que para Tigre las alegrías nunca son completas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario