Tigre le ganó 1-0 a Banfield en Victoria, revalidó el punto que se trajo de Lanús la semana pasada, se prende arriba y suma de a tres para ir armando su largo camino de 38 partidos. El gol lo marcó Mariano Echeverría. Pablo Díaz, árbitro del encuentro, no sancionó un claro penal sobre Gastón Díaz.
El Matador tiene un largo camino para cumplir con su objetivo: la permanencia. Para ello debe ir construyendo partido a partido una sólida base que lo mantenga en la máxima categoría del fútbol argentino. Desde el cimbronazo que fue la derrota en San Juan que dejó un manto de dudas sobre el plantel y su director las cosas comenzaron a cambiar y poco a poco parece que se va logrando armar la estructura para sumar.
La primera la tuvo la visita, en cierto, el travesaño salvó a Tigre de lo que era gol de Facundo Ferreyra, pero la suerte también es necesaria. Luna antes había ensayado una chilena y el partido era eso, intentos. Sin embargo Ezequiel Maggiolo lo corrió a Nicolás Tagliafico, le robó la pelota y la cedió a Diego Morales que encaró entre cuatro rivales y provocó la falta. Desde ese balón parado, que se puso en movimiento desde el botín de Gastón Díaz, vino la cabeza de Mariano Echeverría que ganó en el salto y puso el 1 a 0. De ahí en más todo fue del local. En la segunda parte vino un el derrotero de situaciones con las que los de Victoria pudieron haber liquidado el pleito. Maggiolo tuvo las dos más claras; una (tras exquisita habilitación de Morales) se lo tapó Luchetti y sobre el final el balón lo pasó en el pique cuando llegaba solo frente al arco. Otra chance neta fue el penal que Pablo Díaz no quiso cobrar. Gastón Díaz recibió de Luna entrando por derecha al área cuando Alejandro Barbaro lo cruzó en el aire. Clara falta que el juez no sancionó.
El taladro no encontró nunca la forma de complicar al Matador, el local desde la figura de su número cinco Diego Castaño armó el sistema defensivo apoyado en un Juan Carlos Blengio (que cada día parece rendir más), marcó presencia con las subidas de Gastón Díaz por la derecha y la incisiva presión de los tres de punta. Quizás le falta ser más prolijo, prolongar los momentos de buen fútbol, pero todo indica que Tigre consiguió los planos y los materiales para seguir construyendo el sueño de otra temporada en Primera.
viernes, 2 de septiembre de 2011
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