Si bien los del Vasco Arruabarrena arrancaron mejor que los dirigidos por Julio Falcioni, con mayor posesión y terreno, se divisaba la falta de peso ofensivo. Hasta que apenas pasados los 10 minutos, comenzó una breve, pero terrible secuencia de errores que terminó y empezó el Diego Castaño. El cinco recuperó la pelota y se la pasa a Cristian Erbes que tocó rápido para Diego Rivero, derribado por Ramiro Leone. De ese tiro libre en tres cuartos de cancha se completó el ciclo. Carlos Luna marcaba a un Rivero que se fue abriendo hacia el lateral hasta dejar de ser perseguido, Juan Román Riquelme se la cedió y el Burrito desbordó ante un marcar tardía del Chino, y su buscapié encontró a Castaña en el área chica que despejó para el lado equivocado y la clavó en el fondo del arco para el 1 a 0 del local.Desde ahí el Xeneize creció y el Matador se diluyó aún más. Con Diego Morales que sigue sin encontrarse y un Román Martínez aun bailando en la tapa del diario, la pelota nunca les llegó limpia (ni sucia) a los delanteros. Leone y Gastón Díaz no eran solución y el Vasco metió mano, a perfil cambiando entraron Javier Carrasco y Rubén Botta, quizás con la idea de entrar en diagonal, cosa que se logró solo una vez con un remate del ex Lanús por encima del travesaño. Con esto el fondo dejó espacios, que Carlos Castiglione, Javier García y Juan Carlos Blengio pudieron resolver.
Se consumieron los minutos y se fue dando la lógica, los de Victoria le dieron el triunfo a su rival que propuso poco, y ahora están obligados a ganar en Bahía Blanca ante Olimpo y contra un Rafaela que ya tiene casi asegurado cumplir con el objetivo de 25 unidades.
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