Para ilusionarse un rato, creer que la permanencia es la posibilidad más grande; esa es la imagen que dejaba Tigre cuando a los 63 minutos de juego Ezequiel Maggiolo se elevó en lo alto tras centro de Carlos Luna y de cabeza marcaba su segundo gol en la fría tarde de Victoria. Hasta ahí El Matador había pasado algunos sobre saltos tanto en el arranque del encuentro, como al comenzar el complementario; pero con presión y juego fue ganando terreno y dominio. La primera fue un zapatazo aislado de Gastón Díaz que fue cobrando violencia cuando bajaba y que si Sebastian Torrico no envía al corner la hinchada hubiese festejado antes. Pero tras un centro que despejó de un puñetazo Javier García nació la contra que sería letal. Román Martínez la manejó, cerca del área combinó con Diego Morales y su centro a Maggiolo fue un pase preciso, para que el lechuga la acomode junto al segundo palo.
Ahí creció todo el equipo y los de Arrubarrena lo pudieron liquidar de no ser por la falta de puntería. La segunda etapa arrancó con dominio Tomba hasta el segundo gol. Pero no todo podía ser bueno para el local. En una jugada aislada, Martín Galmarini tenía la pelota controlada en ataque y terminó metiendo un planchazo para ganarse la roja directa. Una jugada después de las discusiones, Diego Villar marcó el descuento para el bodeguero y sufrir.
Para tranquilidad del pueblo azul y rojo, la visita no supo quebrar nuevamente el fondo, y murió siempre en pelotazos desde lejos que no tuvieron mayores complicaciones para Javier García.
Se sumaron tres puntos que le dan al equipo un poco de aire fresco, tres unidades de oro contra un rival complicado como los mendocinos, ahora será cuestión de celebrar lo que valen y salir a revalidarlos nada más y nada menos que ante Lanús en la fortaleza.
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